El dióxido de azufre o anhídrido sulfuroso es un gas importante que se produce a partir de fuentes naturales, como volcanes y fuentes geotérmicas, y de actividades humanas como la quema de carbón y petróleo. Puede tener efectos tanto positivos como negativos en el medio ambiente, dependiendo de la cantidad y la ubicación. El dióxido de azufre es un gas amarillo-marrón con un fuerte olor similar al de las cerillas quemadas.

Sin embargo, en su estado gaseoso es muy reactivo y tiene muchas propiedades útiles.

Aquí veremos su relación con el vino y otras utilidades, sin entrar en detalles técnicos, más bien para comprender mejor sus efectos y funcionalidades.

El anhídrido sulfuroso SO2 es utilizado en la vinificación, principalmente como agente antioxidante y antimicrobiano. Cumple una importante función en la actividad microbiológica, en la etapa de fermentación del vino, siempre bajo control de ciertos parámetros.

Colocándose la dosis ideal de anhídrido sulfuroso en los vinos, asegura en éstos una menor oxidación, acidez, mejor aroma y color. También produce un efecto disolvente, de las partes más sólidas de la uva cuando entra en contacto con el mosto, es clarificante, así como también  ayuda a la activación de la fermentación alcohólica.

De manera controlada, no implica ningun riesgo para el ser humano.

Las dosis de contenido de SO2 rigen bajo un estricto control por Ley, ya que  debe ser inferior a 150 mg por litro en vinos tintos, y menor a 200 mg por litro en vinos blancos, que son más propensos a la oxidación.

De todos modos, aunque el enólogo no agregue anhídrido sulfuroso, el vino lo hace producir en forma natural y en bajas dosis, ya que la vid absorbe sulfatos a travez de la raíz, y luego de la vinificación, lo produce naturalmente.

Aunque cada vez más existe una tendencia a los vinos mas naturales y con componentes sin agregados artificiales, se generaron argumentos en contra del agregado de anhídrido sulfuroso. Pero la ciencia demostró que el agregado de dióxido de azufre es altamente reactivo, en sus dosis adecuadas, produciendo alteraciones positivas en el aroma, sabor, y estructura de los vinos.

Muchas personas pueden manifestar síntomas de sensibilidad al anhídrido sulfuroso, que se manifiestan de manera similar a una alergia, como dolor de cabeza o náuseas, y suele atribuirse a las resacas que produce el vino. Basta con mirar la etiqueta posterior de la botella, que normalmente dice “contiene sulfitos”. Pero un pequeño procentaje puede manifestar alergias mas graves, por eso se advierte su presencia en el contenido del vino. De todos modos, no es algo para preocuparse la presencia de anhídrido sulfuroso en las bebidas, sus niveles son muy bajos y se puede beber sin mayores problemas.

que es el anhidrido sulfuroso

¿Para qué se utiliza el dióxido de azufre o anhídrido sulfuroso?

El dióxido de azufre no solo se utiliza en la vinificación, tiene varios usos y en dosis mas altas, veremos ahora varios ejemplos.

 Se utiliza para blanquear tejidos, como oxidante en el combustible para cohetes, en conservantes alimentarios y como materia prima química. En el procesamiento de alimentos, se utiliza como agente blanqueador para la harina, los aceites comestibles y otros productos alimenticios. También se utiliza en la industria de la pulpa y el papel como agente blanqueador.

 El dióxido de azufre puede utilizarse para generar electricidad en las centrales eléctricas, para mejorar el crecimiento de ciertos cultivos, como las legumbres y algunos tipos de verduras. El SO2 se utiliza en la industria química para fabricar otros productos químicos, como fertilizantes, medicamentos, tintes y caucho sintético. Durante el proceso de fabricación, el dióxido de azufre se libera como subproducto y luego se captura y reutiliza.

Efectos positivos del dióxido de azufre

– El dióxido de azufre es un repelente de insectos muy eficaz.

– Se utiliza ampliamente en la industria agrícola como plaguicida, especialmente contra los pulgones y otras plagas que dañan los cultivos.

– El dióxido de azufre se utiliza en la industria del caucho para vulcanizarlo, creando productos de caucho más resistentes y duraderos, como los neumáticos y otros productos de caucho.

– El dióxido de azufre se utiliza para producir ciertos plásticos, especialmente el poliuretano.

– El dióxido de azufre se utiliza en la industria del papel para la fabricación de papel prensa y papel estucado.

Efectos negativos del anhídrido sulfuroso

El dióxido de azufre SO2 puede reaccionar con el vapor de agua en la atmósfera para formar pequeñas gotas que pueden oscurecer la visibilidad y contribuir a la formación de lluvia ácida. Es un gas de efecto invernadero que puede contribuir al calentamiento global. 

El dióxido de azufre puede reaccionar en la atmósfera formando pequeñas partículas conocidas como «hollín» que pueden causar infecciones en las vías respiratorias de los seres humanos. Puede reaccionar con ciertas sustancias químicas de la atmósfera para formar ozono troposférico, un contaminante. El anhídrido sulfuroso puede dañar la vegetación y los ecosistemas acuáticos.

¿Dónde se puede encontrar el dióxido de azufre?

El dióxido de azufre se encuentra de forma natural en volcanes, fuentes termales y otras zonas geotérmicas. También se emite a partir de la combustión de combustibles fósiles en las centrales eléctricas y otras fuentes industriales, como las fábricas de cemento.

Riesgos para la salud asociados a la exposición al SO2

La exposición a niveles bajos de dióxido de azufre puede tener efectos perjudiciales para la salud humana. El dióxido de azufre irrita los ojos, la nariz y la garganta, especialmente en personas que padecen asma u otras enfermedades de las vías respiratorias. La inhalación de altas concentraciones de dióxido de azufre puede ser perjudicial. Puede causar irritación de los ojos y de las vías respiratorias, tos, sibilancias, falta de aire y aumento de la presión arterial pulmonar.

Una exposición excesiva al dióxido de azufre puede provocar graves problemas de salud a largo plazo, como bronquitis (una enfermedad pulmonar caracterizada por la inflamación, la tos y la producción de mucosidad), enfisema y reducción de la función pulmonar. La ingestión de niveles elevados puede provocar problemas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea.

Resumen

El dióxido de azufre o anhídrido sulfuroso es un gas importante que se produce a partir de fuentes naturales, como volcanes y fuentes geotérmicas, y de actividades humanas como la quema de carbón y petróleo. Puede tener efectos tanto positivos como negativos en el medio ambiente, dependiendo de la cantidad y la ubicación.. En altas concentraciones puede ser corrosivo para los ojos, la piel y las vías respiratorias.

El anhídrido sulfuroso SO2 es utilizado en la etapa de fermentación de los vinos, principalmente como agente antioxidante y antimicrobiano. Desarrolla una función en la actividad microbiológica, siempre bajo control de ciertos parámetros.

También es utilizado para blanquear tejidos, como oxidante en el combustible para cohetes, en conservantes alimentarios y como materia prima química.

En el procesamiento de alimentos, cumple la función como agente blanqueador para la harina, los aceites comestibles y otros productos alimenticios. También se utiliza en la industria de la pulpa y el papel como agente blanqueador. El dióxido de azufre puede utilizarse para generar electricidad en las centrales eléctricas. Otro de sus usos es para mejorar el crecimiento de ciertos cultivos, como las legumbres y algunos tipos de verduras.

Una exposición excesiva al dióxido de azufre puede provocar graves problemas de salud a largo plazo, como bronquitis (una enfermedad pulmonar caracterizada por la inflamación, la tos y la producción de mucosidad), enfisema y reducción de la función pulmonar.

Pero, como dijimos, en sus dosis adecuadas el anhídrido sulfuroso siempre tuvo más efectos positivos que negativos como agente para muchas y variadas funciones.

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